Hoy, 20 de julio, recordamos el aniversario luctuoso número 100 de José Doroteo Arango y Arámbula, mejor conocido como Francisco “Pancho” Villa o el centauro del norte, entre otros apodos. Figura sumamente importante en la historia de nuestro país, pues fue uno de los personajes más transcendentales de la Revolución mexicana; es por eso que recordamos su paso por la ciudad de Salamanca, en el marco de la Batalla de Celaya, apoyándonos en lo que el autor Francisco Javier Gorostiza, quien menciona: «Llegó el momento más importante de la campaña militar de la Revolución Mexicana: el enfrentamiento de los dos grandes ejércitos, el villista y el constitucionalista. Por un lado, se encontraban las fuerzas al mando de Francisco Villa, que había sido factor fundamental en el triunfo contra el ejército federal y la usurpación huertista. Por el otro, el cuerpo comandado por Álvaro Obregón, quien después de ganar célebres batallas en el occidente del país, había sido hasta entonces invencible y contaba con militares de gran experiencia y prestigio. Villa estimaba las fuerzas de Obregón en doce mil elementos, en tanto que el contaba solo con ocho mil.”
Después de una incesante lucha en territorio celayense, Villa se vio derrotado y obligado a recular, volviendo a Salamanca en ferrocarriles y finalmente terminar huyendo a León: «Los villlistas hicieron esfuerzos por mantener sus posiciones. Para la una de la tarde, las fuerzas carrancistas que cargaban sobre el ala derecha habían logrado desalojarlos del río Laja, abandonando su artillería y batiéndose en retirada. A las
dos de la tarde el campo estaba en el poder de los defensores de la plaza. Las infanterías habían caído prisioneras, mientras las caballerías enemigas eran perseguidas. Al ver como sucumbían todas sus líneas quebrantadas por la fatiga y ya sin municiones Villa decidió que era mejor consumar la derrota. Con ayuda de los ferrocarrileros, hombres de gran pericia, los trenes se movieron de regreso a Salamanca.
La persecución de los villistas se prolongó hasta las seis de la tarde, habiéndose suspendido en la estación Guaje. El general Maycotte logró franquear algunos trenes sin poder obstruir la vía, pero abrió fuego contra ellos, que llevaban soldados en los techos y estribos de los coches, causándole muchas bajas.
La batalla de Celaya fue una de las peores derrotas de Arango en su trayecto militar, pues marcó la pauta de la decadencia en la cantidad de integrantes del ejercito villista:
“El 15 de abril, la victoria correspondió a las tropas del General Obregón, tras lo cual Villa se vió obligado a replegarse en León, Guanajuato. Después de esta Batalla de Celaya, hubo otras entre los mismos bandos en Trinidad, Santa Ana del Conde (donde el General Obregón perdió el brazo derecho), San Juan de los Lagos y Aguascalientes, pero Villa ya no volvería a operar al frente de la División del Norte
y sólo fue cuestión de tiempo para que perdiera toda su fuerza militar, limitándose a partir de entonces, a combatir como guerrillero. De este modo, el gobierno carrancista pudo consolidarse en el poder y promulgar dos años más tarde, la Constitución Política que actualmente nos rige”.
En el acervo documental del Archivo Histórico Municipal de Salamanca, contamos con un facsimilar de un compendio de los sucesos y hechos más relevantes de Francisco Villa y su muerte, te invitamos a visitarlo.
Investigación de Lic. José Guadalupe Neri Hernández, Archivo histórico Municipal de Salamanca.
Fuente: Gorostiza, Francisco Javier. Los ferrocarriles en la Revolución mexicana. 2010. Pags. 351-362
BATALLA DE CELAYA (DEL 6 AL 15 DE ABRIL DE 1915) consultado el 18 de julio del 2023 en:
cultura.gob.mx/centenarioejercito/batalla_celaya.php#:~:text=La%20Batalla%20de%20Celaya%20tuvo,mando%20del%20General%20Á
lvaro%20Obregón.
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